Gonzalo Román junto con Luís de Castresana, el escritor que se alzó con el Premio Nacional de Literatura en 1967 por "El otro árbol de Guernica", y que fue uno de sus amigos más queridos. Ambos tenían su estudio de pintura en la misma calle, en la calle Tendería, en Bilbao, un portal enfrente del otro, viéndose prácticamente a diario.